¿Alguna vez sentiste que una emoción te dominaba por completo? Como si la tristeza, la ansiedad o la rabia ocuparan todo tu ser, sin dejar espacio para nada más. Es algo común, sobre todo cuando estamos comenzando a explorar nuestro mundo emocional. Pero hoy quiero invitarte a mirar tus emociones desde una nueva perspectiva.

Las emociones no te definen

Tener una emoción no significa ser esa emoción. Puedes sentir miedo sin ser una persona temerosa. Puedes estar triste sin ser una persona débil. Las emociones son mensajeras, no etiquetas.

En mindfulness, aprendemos a observar las emociones sin juicio, como si fueran visitantes que llegan, se quedan un momento, y luego se van. No son permanentes. No son tu identidad.

Visualización: El cielo y las nubes ☁️🌈

Imagina que tú eres el cielo inmenso, profundo y estable. Las emociones son como nubes que aparecen en ese cielo. A veces son ligeras y blancas, otras veces son oscuras y tormentosas. Pero siempre pasan. El cielo nunca desaparece por culpa de las nubes. Tú eres ese cielo: amplio, resiliente, presente.

Puedes usar esta imagen cuando te sientas abrumado: cierra los ojos, respira profundo, y repítete: “Yo soy el cielo. Esta emoción es solo una nube. Pasará.”

Cómo cultivar esta perspectiva

🌀 Ponle nombre a lo que sientes: “Siento tristeza”, en lugar de “Estoy triste”. Ese pequeño cambio de lenguaje crea espacio entre tú y la emoción.

🌀 Observa sin juicio: Está bien sentir. No hay emociones buenas o malas, solo información que el cuerpo y la mente nos están dando.

🌀 Respira y espera: Las emociones tienen un ciclo natural. Si las observas con atención, verás cómo llegan, alcanzan un pico y luego se disuelven.

🌀 Escribe o dibuja lo que sientes: Expresar lo que vives ayuda a soltarlo.


🌱 Eres más grande que lo que sientes

Recordar que eres mucho más que tus emociones te permite recuperar el centro, incluso en medio de la tormenta. Aprender a mirar las emociones con compasión y distancia amorosa es un paso profundo hacia el bienestar emocional.

Hoy, regálate un momento para observar tu cielo interior. Mira las nubes sin miedo. Respira. Y recuerda: esto también pasará.